Dana White mantiene una tumba falsa en su oficina. Los difuntos se muestran en orden cronológico, una colección de los enemigos de UFC y White qu ellego en el 2007. Con promotores rivales yendo y viniendo, White añade nuevos nombres, nuevas muescas a la lápida.
En primer lugar está la International Fight League, la primera promoción de deportes fundada por Kurt Otto y el magnate de los cómics Gareb Shamus. Ellos gastaban 1.2 millones de dólares por show. Se llevaban alrededor de 50,000 dólares por show. No es de extrañar entonces que la compañía perdió más de 20 millones de dólares sólo en el 2007 y rápidamente se fue a la quiebra.
El siguiente fue Elite XC, un gigante de los ratings, pero un desastre comercialmente. No sólo es que en cada show de Elite XC perdieran un montón de dinero, sino que también hizo una serie de decisiones malas en los negocio que terminaron por convertir la enorme cantidad de audiencia en 55 millones de dólares en pérdidas. No era sólo que en las carteleras que realizaban perdieran más de lo que ganabam. Fue también:
La ola de adquisiciones arrebatando cuatro promociones e invertir en una quinta parte (perdiendo 18 millones dólares sólo en Cage Rage) o las alegaciones de peleas amañadas ayudaron a derrumbar todo al final.
Por último, fue Affliction. La empresa de camisetas realizó una incursión en la televisión, llendo directos a los ppv´s. Los shows fueron notables éxitos artísticos y la compañía tenía su nombre y salpicabam todo los medios de comunicación nacionales. Pero todas esas grandes peleas tuvieron un coste. La compañía gastó decenas de miles no sólo en sus eventos principales, pero incluso en sus enfrentamientos undecard - la probabilidad de éxito a largo plazo fue nula.
Ahora White pueden agregar otro nombre desafortunado para su lápida de empresas de MMA muertas. Debido a que, intencional o no, el fantasma de UFC mató a WEC.
A Lorenzo Fertitta le gusta decirle a la gente que las MMA no están en auge - UFC es la que está teniendo éxito, no el deporte en general. Han construido un público casi desde el principio, un público que no necesariamente aman las MMA, pero si aman UFC. La gente no quería Affliction o Elite XC o IFL. Querían UFC.
Eso es una gran noticia para la promoción y su sociedad matriz Zuffa. Por lo menos era hasta que la empresa quería ampliar, para promover una segunda marca de forma simultánea. Entonces las cosas se pusieron un poco arriesgadas. Porque mientras que WEC puede haber tenido el mismo grupo básico ejecutivos, no tenían algo más importante. Tres letras - U, F, y C. Para muchos fans, nada más importa. Al final, esa actitud mató a WEC. A los fans no les importaba que estuvieran bajo el paraguas de Zuffa o que Joe Silva y Dana White estaban haciendo las llamadas de la dirección de la promoción. Para ellos era sólo otra promoción de MMA.
WEC compitió en contra su empresa hermana al igual que otros antes que ellos. Ya era bastante malo cuando WEC luchaba en los ratings con Versus. Los medios de comunicación y las promociones de los aliados fueron capaces de culpar a el canal. Cuando UFC fue presentado en el mismo canal, la comparación directa no dejó ninguna duda. No era sólo que Versus fue un socio más débil Spike TV, el problema estaba en WEC, una marca con una identidad poco atrayente a pesar de haber tenido tres años para crecer en audiencia. UFC por lo menos duplicó el número medio que tenía WEC en Versus. Combinado con un PPV de WEC que logró menos de 200.000 compras a pesar de la gran publicidad.
WEC ciertamente tenía las piezas para hacer una carrera mejor para el éxito. Parte del problema era simplemente la mala promoción. WEC tenía sus favoritos y les apoyó en los buenos y malos momentos. Ambos Urijah Faber y Miguel Torres se les dio un fuerte empujón por el oro de WEC. Ellos fueron trasladados a UFC y los medios de comunicación se han animado a entrevistarlos y darles algo de prensa que tanto necesitan. Los funcionarios de WEC a menudo viajaban con Faber y Torres. Era una estrategia bastante inusual que salió por la culata cuando ambos Faber y Torres empezaron a perder y parecía coincidir con su agotador programa de relaciones públicas.
Los hombres que les vencieron no recibió el mismo tipo de impulso promocional. De hecho, incluso después de quedar claro que Faber y Torres no eran los mejores luchadores en sus respectivas divisiones, continuaron recibiendo la mayor parte de los esfuerzos de promoción de WEC. El otro chico de oro era Donald Cerrone. Un personaje pintoresco con una inclinación por las peleas emocionantes, la promoción vió grandes cosas en Cerrone. Pero cuando los riesgos eran más altos, no pudo ganar. Un positivo en la prueba de drogas y tres derrotas hizo que los ojos no estuvieran centrados en él sino en Cole Miller.
Eso es lo lamentable WEC. Las peleas siempre fueron grandes, pero la promoción a veces dejó mucho que desear. Creo que un fracaso era inevitable - el tiempo de televisión y las oportunidades eran demasiado valiosas para gastar en una marca que nunca podría igualar el éxito de UFC. Sin embargo, la promoción podría haber proporcionado a algunos combatientes como trampolín a la fama de UFC. Está claro que Faber y Torres volverán a tener la oportunidad de brillar. Pero bajo la bandera de UFC, los otros chicos recibirán un trato justo también. Es una meritocracia. Luchar contra el duro y ganar.
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